Dos años, ya pasaron dos años… y pensar
que a estas horas hace dos años me encontraba dentro de quirófano (el primero
de todos) cambiando mi vida, preparándome para empezar una nueva etapa, una
nueva vida llena de cambios y experiencias…
Hoy, para mí, es un día señalado, de
nostalgia y de pensar en que hubiera pasado si no se hubiera visto nada, si no
me hubiera hecho esa primera prueba que detecto todo; si todo eso no hubiera pasado
en donde me encontraría yo ahora, por eso doy las gracias a esos médicos que me
tratan y trataron, por esas preocupación que tuvieron conmigo, por esas visitas
a horas intempestivas para hacer la ronda y así despertarme bien temprano o por
los diferentes correos o tweets para resolver dudas o hacer cualquier consulta y
así saber cómo iban las revisiones y actualizar mi vida medica.
También pienso en esa gente que estaba
ahí, tantas horas de espera, tantas preocupaciones que yo cause; esas personas
que hace dos años estuvieron mas de ocho horas esperando de que todo fuera bien
y con la “tarea” de saber cómo terminaba el partido de balonmano.
Las gracias también hay que darlas a esas persona, grandes personas,
que aun sin poder estar, estuvieron, esos amigos que viven lejos y aún así
estaban cerca, esos amigos que sin conocerse entre sí se las arreglan para que
una vez fuera liarla en mi habitación para después de 20 días ingresada sacarme
una gran sonrisa al entrar en mi habitación, esos amigos que les da lo mismo
que hablando te duermas en mitad de una frase y se metan contigo porque ni una
misma sabe en qué habitación se encuentra ingresada.
No me puedo olvidar de esas enfermeras
que tanto tuvieron que soportarme, que si no me quería levantar, que si no me
quería estar tanto tiempo sentada y me quería tumbar y sobre todo con el vuelve
en un rato que no me dejas ver el partido.
Por último, no solo agradecer a las
personas que hace dos años estaban sino también a las personas que no
estuvieron o no conocía y ahora no se separan, que se preocupan y apoyan con
todos los médicos, pruebas y revisiones que pueda llegar a tener.
Con todo esto, a todas esas personas que
en algún momento me ayudaron, me apoyaron y que incluso pasándolo mal
estuvieron conmigo, GRACIAS, y decir que no solo eso, sino también decir que de
todo se sale, bien o mal, antes o después, pasándolo mejor o peor, pero se sale…
y si no siempre quedará el que al menos tuviste la opción de luchar o
intentarlo.